Cocido castizo en "La Bola"
Se acerca el puente, y aunque muchos aprovechamos para salir corriendo de Madrid, otros deciden venir para cumplir todos los tópicos (comer los huevos de Lucio, por ejemplo) que recomiendan las guías. También están aquellas visitas a las que es preciso hacer un tour por el TopTen de la city. ¿Y existe algo más típico que el cosío madrileño? Pues pocas cosas. El sitio más mítico, sin duda, la taberna “La Bola”.
Mi experiencia en la Bola fue cuando menos surrealista. El primer paso es reservar, o tener mucha suerte. Es difícil perderse, pues al bajar la calle (c/ la Bola) ves su fachada rojo chillón, que no deja lugar a dudas. Nada más entrar, un camarero amable (llamémosle Paco, no porque así sea su nombre, sino porque no soy capaz de ponerle otro a su cara) te acomoda en una minúscula mesa, de esas que parece que compartes conversación con los vecinos. Y seguidamente formula la pregunta: ¿un cocidito, no?. Pues… sí, que remedio. Llega el puchero, ¡Ay, madre!... Señor, ¿cómo funciona esto? Que es la primera vez que venimos… No preocuparse, que yo os lo pongo. Primero la sopa con fideos. Si es que se puede llamar así, menuda cosa más consistente. Después el vuelco completo del pushero. ¡No por favor!, no me lo ponga todo! ¿Cómo que no? Venga mujer, ¿no ves que todo el
cuándo_ De 13 a 16 y de 20.30 a 23.30 h. ( cerrado : D noche)
ambiente_ bohemios, turistas, castizos, algún artistilla y un montón de fotos en la pared de esas que te recuerdan quién pasó por allí antes que tú.