Cena hindú en Lavapiés

Con la llegada del buen tiempo las contemporáneas nos hemos puesto a plan; a plan terracitas.

Hace una semana, justo antes de que empezase el diluvio universal, se nos antojó una cena hindú en Lavapiés, en una de las terrazas de la calle Ave María, que son la combinación perfecta de lujo asiático y buen rollito, como no podía ser de otra manera en Lavapiés.

Mi favorito es el Moharaj (calle Ave María, 26) otro de esos sitios BBB (bueno, bonito, barato) que sirve comida riquísima por muy buen precio. No he estado en la India pero me da la impresión de que es muy auténtico, a juzgar por su camarero que lo único que sabe decir en castellano es "pide más, eso es poco"; ni caso: la comida hindú llena (y mucho).

Normalmente pedimos pan naan de queso, chicken tikka masala, ternera korma, lamb kebab y arroz basmati; mi recomendación es ir en grupo y probar un poco de todo. El precio ronda los 10 euros por persona.

Esta vez no quedaban mesas y acabamos innovando en el restaurante de al lado, el Bombay (Ave María, 24). Parecían iguales, pero no: lo único que tienen común es un camarero raro, raro y los manteles de cuadros, por lo demás, el precio es parecido pero las raciones aquí son ridículas (y el naan de queso no lleva queso).

Al camarero le caimos en gracia y se tomó todas las confianzas del mundo, así que nosotras hicimos lo propio y le dijimos sutilmente que aquello era una vergüenza... trató de arreglarlo invitándonos al postre: lo tomamos en sentido literal y pedimos un helado de mango y pistacho, a él probablemente le hubiese gustado el sentido más metafórico, pero de eso, ná de ná.