Lolina Vintage Cafe

En una mañana fría y lluviosa de diciembre salimos a pasear...

Y una hora después, ni bufanda, ni guantes, ni botas, ni gorro - el frío había entrado hasta los huesos y lo único en que podíamos pensar era... un café calentito, por favor...

Allí apareció, como un oasis, el Lolina Café, en Malasaña.

...y si entramos aquí?

Tras la puerta un café cálido y un poco nostálgico, con aire retro... como un buen café berlinés...

Unas cuantas mesas redondas y sofás ocupados por grupos de amigos, parejas y algún alma solitaria con su portátil, que desayunaban sugerentes cafés con leche acompañados de un poco de tarta o un croissant... Bajamos las escaleras y allí estaban los sofás, esperándonos... ¿podría pedir algo más?

Sí, podría pedir un buen café... dicho y hecho, y además acompañado de una especie de speculoos... la gran importancia de los detalles...


¿Todavía con ganas de más? Volvimos a la hora de cenar, esta vez para degustar una de sus ensaladas (7 e), o el humus, los nachos (5e), aunque tal vez lo que nos apetecía era un mojito (6e). Error, los mojitos no parecen ser la especialidad del sitio, mucho mejor los zumos naturales (3e). Recomiendo el de Mango. Sin embargo, trataré de darle una segunda oportunidad, quizá había mucha gente... y todos sabemos que una bebida de ese tipo requiere tiempo y cariño.

Y ahora os voy a contar un secreto. ¿Preparados? El Lolina Vintage Café es uno de esos sitios en los que puedes reservar una zona (casi siempre la parte de abajo) para celebrar tu cumpleaños o cualquier otro evento. El método es rupestre, pero efectivo. Compras Post-It de colores equivalentes a cervezas, copas o lo que quieras y los repartes entre tus amigos. Ellos suben, y los van canjeado a su ritmo. ¡Así las bebidas no se calientan!. Eso sí, el recorrido por la escalera no debe ser nada fácil a medida que avanza la noche...


Espíritu Santo, 9, Madrid
<> Tribunal (L1, L10)

Jill y Sade para Más que Modernas, Contemporáneas